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sábado, abril 21, 2007

...Y no estás


Las manecillas del reloj hieren la noche
que se derrama segundo a segundo apaciguando mi prisa.

Yo siento dolor y ansiedad mientras te busco inutilmente,

sin encontrarte.

Mis sueños y yo, encerrados en este círculo de silencio,
te echamos de menos.
Tu recuerdo envenena cada rincón de este corazón vacío.

Sin ti, se me hace grande la tristeza... se me amontonan las dudas.
¿ Me has querido algún instante?

Y la respuesta sabe amarga como las caricias del engaño.

Se ha deshecho el aire en un susurro y viene a delatarme,

porque sabe que tu eres la orilla de ese mar que me ahoga.

Tu, la luna inconstante que agita las mareas
de mis deseos mas callados...
Con dedo firme me acusa el miedo
cuando cruzo de norte a sur el alba... Deseandote.