TORMENTA DE VERANO
La lluvia me ha despertado desdibujando mi mundo mágico.
Una acuarela de violetas ensucia el cristal de la ventana acercando la sombra del árbol para arañar mi sueño, mientras el aire pone música al esperpéntico movimiento de sus ramas.
Es solo una tormenta de verano para engañar a mis tullidos huesos.
El rincón que ocupo cruje y se resquebraja con el peso de tu recuerdo. Tengo sed de ti.
Una sed alargada de ciprés solitario que crece hacia adentro anudando sus raíces a mis fuerzas hasta agotarme la razón.
Y en esta sinrazón te espero, aligerando un otoño en mis sienes, creyéndome sarmiento y lumbre en tu cuerpo.
Sintiéndote manantial de savia amarga donde ahogar la sed de amor que me provocas.
Llueve. Aun llueve fuera de mi fortaleza.
Cada gota me agujerea el tiempo.
Mañana habrá charcos de soledad por todas partes...
Allí naufragaran mis barcos de papel en un intento inútil de cruzar el olvido.
1 Comments:
No sucedera
no habrá charcos de soledad
y tus barcos de papel regresarán intactos
desde el otro lado del olvido
donde no hay olvido
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