Soliloquio

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jueves, marzo 29, 2007

Una rosa sobre el piano





Había una rosa sobre el piano.
Perfume ahogado en un adagio antiguo.
La luz pesa y pasa arañando el blanco marfil de las teclas.
El miedo me atrapa la voz.
Te vas.
Cuando me abrazas cruje el adiós como las hojas muertas.
Es la soledad irremediable de los desenamorados
cuando se olvidan para siempre.

Ya no es una caricia.... Púrpura, deshojada y silente. La rosa.
Llora sobre el piano.
Re
cor
dan
dote.

... A ese señor amor



... A ese señor amor



Devuélvame mi sonrisa
¿para que la quiere, ya, tan amarga?
Devuélvame las alas para volver a mi realidad
y contemplar las heridas de su ausencia.
No merezco que sea su silencio
el mar donde naufraguen mis dudas,
aunque me ahogan las preguntas sin respuesta.
Mis lágrimas limpiaron el espejo de la cordura,
nunca fui un duende, ¡ nunca !
Solo... una marioneta.
Usted, movió los hilos... y luego cruel y cobarde
cortó las cuerdas.
Quédese con mi ternura que abrigue su alma helada
Y que Dios le compense en amor
El daño que hoy usted me regala.
Pero devuélvame mi sonrisa
¿Para que la quiere, ya, tan amarga ?

miércoles, marzo 28, 2007

eso quiero


Eso quiero

Quiero dejarte entrar en mi casa y respirarte

sentir como ocupas mis rincones huérfanos,

recorrerte y descubrirte en tu latitud mas extrema,

quiero beberte a sorbos pequeños hasta apagarme.

Abandonarme a tu marea dulce...

Eso quiero.

martes, marzo 27, 2007



Ausencia


Porque la noche es cómplice y delata soledades
te busco para compartir silencio
porque la noche brota y me inunda el sueño
a ser dos vértices de locura, te invito.
Sin tocarnos.