El mentidero
El mentidero
Aquí mueren mis palabras.
Vomito secretos por fin,
abro los brazos en actitud de volar
y con los ojos cerrados me abandono a una muerte anunciada.
La verdad es una tela de araña de medidas perfectas.
A veces se rasga y se precipitan al vacío los hilos sueltos
Con una simple sonrisa se regenera el laberinto,
se hilvana, se zurce, se cose, se borda el roto.
Y de nuevo la trama, la herida transparente,
el engañoso sostén de la felicidad.
Mientras la araña (la costumbre) amenazante, me paraliza.
La sangre aguada ya no se detiene
Sé que no me reconocerán los cauces marcados,
La verdad es devastadora, ahora lo entiendo.
Mi verdad mutila mariposas,
desertiza la saliva,
aniquila horizontes.
Tengo las uñas rotas de arañar pretextos con los que cubrirte.
Dame una razón siquiera para no avergonzarme de haberte amado,
Cuando me desnuden y me despellejen en el mentidero.
Ícaro
Se posó en mi tejado con las alas quemadas.
El ocupó mis instantes, yo lamí sus heridas.
... Creí que era un ave.
Ícaro, tenía los ojos azules,
y se derretía con mis caricias.
Candela
Te has quedado justo en el límite del fuego…
de mi fuego.
Por si acaso, por si yo te incito, tú cierras los ojos.
De repente callas y me apagas,
manchándote el corazón de cenizas.
basta saber
Cuando el viento despeine tu malhumor y se vuelva gatuna tu mirada,
Tan triste
Quizás necesites el alfeizar de mi ventana para recostar tu desasosiego,
Tan extraño
Quizás armonicen tu desconcierto los gorriones de mi tejado.
Tan simples
Yo te vestiré de calma cuando los demás se den por vencidos.
Tan pronto
Basta saber si a ti te apetece mi silencio
Tan solo
Tu... yo... y el mar
Yo vivía rodeada de grises,
adosada a rutinarias caracolas sin sonido.
Tu te mirabas en el agua queriendo borrarte la vida.
Nos arrastró la corriente y al tiempo….
Nos encontramos en el rojo latir de una estrella imposible.
Tu… yo… y el mar.
-Corazón-
Y seguramente este sístole que me alienta, te busca.
El latido solo reconoce tus ausencias, anda perdido.
Extraño inquilino en mi pecho desacompasado,
Es tu mano la cuna, tu voz el diástole sustituto,
¿No comprendes ya que somos uno?
Solo un sueño
Solo un sueño
¿Por qué se habrán marchado los pájaros?
Las acacias se desnudan lentamente de su palidez
Se arremolinan los vientos despeinando los tejados,
Y la sombra tirita entre las ramas secas…
Se detiene el mar.
Llueve barro.
El arco iris descuelga el violeta, lo destierra. ¡Que capricho!
Ya, ya se.
Todo eso sucede cuando me dices… hasta mañana
Porque tengo miedo de despertar
y de que tu hayas sido solo un sueño
Hoy es el día
Hoy es día de vaciar bolsillos, (los de la memoria)
De par en par puertas y ventanas, (las del tránsito de dudas)
deshollinar chimeneas, (de fuegos fatuos)
desempolvar armarios, (ya no necesito mortajas )
desalojar baúles, (del ajuar de otros amores)
boca abajo los cajones del secreto, (mi YO libre)
abrir las cajas, (incluidas las negras)
liberar relojes (de las horas que no viví contigo)
Hoy es el día de desalambrar,
de desescombrar el eral donde habito
Y una vez a la intemperie, a plena desnudez, por ti,
sin mas equipaje, ni mas refugio, sin grilletes en la conciencia...
Ahora, solo ahora…
Dime que me quieres
Viaje en tren a Cádiz
Por las ventanillas del tren se colaba el sol, tan temprano.
Un recién estrenado junio me llevaba hasta "la salada claridad" y que verdad es, que luz diferente y que color el del las salinas.
Que verdad el aire, que verdad el sabor que me deja en los labios la brisa del Atlántico.
Me recuerda a aquellos besos adolescentes tímidos, inexpertos, sin posibilidad de más allá...
Y del otro lado, apartando al mar de mi centro, los trigales.
Rubia marea de pan venidero, hambre tostado en la era, lecho virgen para un rubor de
amapolas... (otros besos me recuerdan)
Y junto al trigo, compitiendo en dorados matices, los girasoles.
Horizonte amarillo al medio dia y amante despechado al atardecer, escondiéndose.
No se dividirme, ni se detener este instante mágico.
A un abrazo de terciopelo y caracolas me entrego, a una caricia de espuma y viento te invito, a unos besos de sal y amapolas te reto...
Cierro los ojos.
Quiero trasmitirte la mitad de mis sensaciones, la otra mitad podría describirla, escribirla...
Pero no.
Ven,
Mejor ven tú.